Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

sábado, mayo 2

Julián Pacheco: un anarquista del pincel [libro]

Podemos estar de enhorabuena, los compañeros de la editorial Las siete entidades acaban de publicar este trabajo riguroso e impecable de Marisol Caldito sobre uno de nuestros pintores más olvidados: Julián Pacheco. Un compañero al que algunos descubrimos apenas hace unos años cuando se publicó en Bicel un pequeño trabajo sobre él y se reprodujeron sus obras en la citada revista.  Julián Pacheco, nacido en plena guerra de España, cansado del mortecino ambiente cultural del país y la censura imperante, se exilió  primero en París y después en Italia, país en el que vivió hasta bien entrada la democracia en España y donde, al contrario que ocurre aquí, es un pintor reconocido, valorado y estudiado.  Extraño absurdo que, como nos desvela Marisol Caldito a lo largo del libro, no es casual. 
En efecto, Julián Pacheco cumplió con todos los requisitos de nuestros más afamados pintores de vanguardia de los años sesenta y setenta, es decir, vivió en Madrid y Barcelona, participó de la renovación plástica del informalismo, conoció e hizo amistad con los hoy afamados Tapies, Arroyo, Equipo Crónica, etc., expuso con ellos dentro y fuera de España pero, como decíamos, al contrario que sus compañeros de viaje, Julián Pacheco fue siempre un proscrito, un pinto al que, por no estar dispuesto a comulgar con el régimen de la transición, se le cerraron todas las puertas de la fama y la gloria mediática e institucional. 
Marisol Caldito recorre en este libro los hitos vitales del pintor conquense, sus idas y venidas por la segunda mitad del siglo XX, ahondando con lucidez en su obra que, bebiendo de las vanguardias históricas, sobre todo del surrealismo y la abstracción (Klee, Miró, Picasso, Dalí), y de los nuevos realismos europeos (Dubuffet, Vostell), supo elaborar un discurso plástico tan personal como incómodo. 
Aunque Julián Pacheco quedará ligado a la memoria libertaria por sus muros de grafitis, Marisol Caldito nos descubre un inmenso panorama plástico que recorre desde sus obras más abstractas hasta las más figurativas, dotadas estas de un realismo crítico, de denuncia, con la que si bien triunfó en Europa nunca tuvo aceptación en una España que no solo quiso estrenar democracia tras la muerte del dictador, sino que también, como muy bien nos cuenta Marisol Caldito en este libro, estrenó olvido, desmemoria, pactos de silencio en torno a su origen, su constitución y su presente, construido sobre una postmodernidad que exaltaba la banalización del arte, la mercantilización de toda la vida social, la podredumbre institucional y la corrupción política más soez. Un contexto que hoy se nos antoja pavoroso pero que explica que nuestro anarquista de los pinceles y la crítica acerada, nuestro Julián Pacheco, solo cosechara incomprensión y rechazo.
Sobre esta y otras paradojas de la vida de Julián Pacheco, además de realizar un profundo estudio crítico de su obra, nos habla Marisol Caldito en este primer gran acercamiento a la obra de un compañero que, como tantos otros, pagaron su coherencia vital y su posicionamiento ideológico con la omisión, la censura y ninguneo de la cultura oficial española.


Año publicación: 2014
Autor / es: Marisol Caldito Aunión
Editorial: Las Siete Entidades
ISBN: 9788494187421
Páginas: 213
Tamaño del libro: 23x17

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