Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

domingo, enero 27

Canción a los hombres de Inglaterra (P. Shelley)


I
Hombres de Inglaterra, ¿por qué arar
para los señores que os tratan tan mal?
Por qué tejer con trabajo y cuidado
los ricos ropajes que usan vuestros tiranos?
II
¿Por qué alimentar, y vestir, y cuidar
de la cuna a la tumba,
a esos ingratos zánganos que os
sacan el sudor, es más, os beben la sangre?
III
¿Por qué, abejas de Inglaterra, forjar
muchas armas, cadenas y flagelos,
para que estos zánganos sin aguijón
saqueen los forzados frutos de vuestra labor?
IV
¿Tenéis ocio, comodidad, calma,
refugio, comida, el dulce bálsamo del amor?
¿O qué es lo que compráis a tan alto precio,
con vuestro dolor y con vuestro miedo?
V
La semilla que sembráis, otro la siega;
La riqueza que halláis, otro se la deja;
Los ropajes que tejéis, otro los viste;
Las armas que forjáis, otro las esgrime.
VI
Sembrad semillas, -que ningún tirano siegue;
Hallad riquezas, -que ningún impostor las amontone;
Tejed ropajes, -que ningún ocioso se los ponga;
Forjad armas, -usadlas en defensa propia.
VII
Huid hacia vuestras sótanos, hoyos y celdas;
en salones que adornasteis otros residen.
¿Por qué librarse de las cadenas que labrasteis?
Ved el acero que templasteis brillando en vosotros.
VIII
Con arados y palas, con telares y azadas,
Trazad vuestras sepulturas, haced vuestras tumbas,
Y tejed vuestras mortajas, hasta que la bella
Inglaterra sea vuestro sepulcro.

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