Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

domingo, mayo 23

Ateneos libertarios. Escuelas de barrio


En este artículo voy a intentar explicar un poco en que consisten los ateneos Libertarios, de los cuales es probable que el lector conozca bastante pues no son ningún invento personal o algo nuevo, sino unos centros que han funcionado y continúan realizándolo desde hace muchos años, y por los cuales muchísima gente ha pasado.
1. DATOS HISTÓRICOS:
Sí es importante comenzar con una breve contextualización histórica, pues aunque hablar de tiempos lejanos suele terminar siendo aburrido, me parece importante tratarlo para poder comprender tanto términos como ideario básico del fenómeno histórico que supusieron los ateneos libertarios.
Me centraré en el caso español, por el tema de cercanía y por ser también el lugar del mundo donde con más efusividad se desarrollaron.
La palabra Ateneo etimológicamente proviene de la diosa griega de la sabiduría Atenea; siguiendo este término los Ateneos van a ser centros donde se difunda la cultura. En nuestro país, a partir de mediados del S.XIX: tanto la burguesía, como la clase trabajadora o las congregaciones religiosas van a crear sus propios Ateneos, en los cuales realizarán actividades culturales de acuerdo a sus necesidades.
En el caso de los Ateneos gestionados por las clases populares, recibían numerosos nombres dependiendo de la gente que actuaba en ellos o e perspectiva que se les deseaba dar así se denominaban como: Ateneos libertarios, populares, anarquistas, eclécticos, sindicalistas, neutros, racionalistas, obreros, Casas del pueblo, Universidades Populares, etc.
Muchos de estos centros culturales están desde sus inicios están fuertemente vinculados al anarcosindicalismo y pueden ser considerados como su rama cultural, uno de los fundadores de la CNT Anselmo Lorenzo insistía en que lo primero a hacer en los sindicatos de cada localidad era la creación de un Ateneo libertario.
A lo largo de las cuatro primeras décadas del S.XX los ateneos de carácter ácrata se multiplican, así como las personas que participan en ellos, en muchos se crean escuelas para los hijos de los trabajadores que incluyen métodos de la pedagogía más avanzada; algunas por su calidad y número de participantes constantes, han pasado a la historia de la educación como la Escuela Natura del Clot en Barcelona que funcionó hasta el final de la Guerra Civil.
Importante es señalar que los Ateneos libertarios nunca desearon recibir subvenciones o apoyo económico institucional, tenían sus propios locales o bien lugares habilitados para sus actividades en las sedes sindicales.
Se puede así asegurar que los ateneos libertarios fueron una verdadera Universidad popular para la clase obrera de todas las edades, donde va adquiriendo la formación cultural que le había sido negada por su condición social. Sirven también como lugar de encuentro entre las personas del barrio, donde la gente: debate, se conoce, crea vínculos de unión y plantea sus problemas a los demás.
Suponen también que por primera vez muchas mujeres trabajadoras encontraran un sitio donde en igual de condiciones que los hombres ir a aprender, y así fueron tomando contacto con el anarquismo. El éxito de los ateneos libertarios fue abrumador, creando una cultura obrera y solidaria que lamentablemente a día de hoy hemos perdido, pudiendo afirmarse que sustituyeron al Estado o a las órdenes religiosas en el papel de educador que en la actualidad todavía mantienen.
Las actividades que más se hacían en los ateneos anarquistas durante esos años eran: representaciones teatrales con grupos que muchas veces solían formarse en el ateneo, recitales poéticos, charlas y debates sobre diferentes temáticas ( algunas sí eran políticas y de agitación, pero otras había en las que se enseñaban contenidos de una manera neutral y sin intentar moralizar: así daban mucha importancia a la higiene como preventivo a las enfermedades, conocimiento de los métodos anticonceptivos y la sexualidad, o también sobre geografía, historia, y así un largo etcétera) o secciones excursionistas. Los Ateneos que tenían una escuela la mimaban además de asegurarse del pago a los maestros, solía haber clases de alfabetización para adultos por las noches, y una de las piezas claves de los Ateneos era que procuraban hacerse con una magnífica biblioteca, que en bastantes localidades era la mayor de la zona. Este fenómeno de difusión cultural está más que justificado, sólo es necesario pensar que en 1930 se calcula que entre 1/3 y ¼ de la población española era analfabeta. También lógicamente lo que hacían o podían hacer dependía mucho de unos Ateneos libertarios a otros. De esto eran conscientes y se solían ayudar entre unos y otros, promoviendo incluso diversos proyectos de Federación entre ateneos.
Para hacerse una idea de ese clima de unión y anhelo de transformación social entre la clase más desfavorecida, haciendo posible la existencia de una situación verdaderamente pre-revolucionaria. Por citar un ejemplo, en el año 1932 la CNT de Barcelona acuerda convocar una huelga de alquileres ante el aumento de los precios en productos de primera necesidad, que llevaba a muchas familias trabajadoras a la miseria. En los barrios obreros se dio la consigna de no pagar más a los caseros, ni las facturas de luz o de agua. Todo el mundo se puso manos a la obra, y cuando las compañías cortaban el suministro los compañeros del sindicato del Agua, Luz y Electricidad restablecían la conexión, si acudía la policía a realizar un desalojo los vecinos se organizaban en bloque y evitaban el desahucio. Así en muchos hogares de Barcelona se estuvo bastante tiempo sin pagar alquileres, se habían ganado el derecho a la vivienda, y esto fue aceptado por la misma burguesía. La mentalidad como se aprecia estaba a años luz que ahora.
Ese colectivismo y solidaridad se ha ido perdiendo poco a poco, y ahora vivimos en una sociedad verdaderamente individualista en la que prima el dinero y el ascenso social. Aun así, tras la muerte de Franco (que persiguió con saña todo lo que oliera a libertad), aparecen sobretodo en Cataluña, Valencia y Madrid numerosos ateneos libertarios; en ellos la función de alfabetizar al pueblo ya no es primordial como ocurría antes de terminar la guerra civil (pues la escolarización infantil abarca a la mayor parte de la población), pero sí observan que hay una serie de problemática social, urbanística, o laboral en los barrios que desde las asambleas de los Ateneos se puede tratar, muchas veces en colaboración con las Asociaciones de Vecinos o con el sindicato CNT-AIT. Así la gente vuelve a los Ateneos libertarios, resurgen como lugar de encuentro, de cultura y de combate. El sistema no fue tonto, y paulatinamente fue haciéndose con las AA.VV. hasta convertirlas en simples locales destinados al ocio; desprestigiando también las ideas anarquistas (decir que en plena Transición varios compañeros fueron asesinados por la Policía). En la clase trabajadora hubo una desmovilización total que nos llega hasta hoy. Esto se puede comprobar en que hemos pasado considerarnos como personas que necesitan de un salario para subsistir, es decir TRABAJADORES; a creernos ricos cuando lo único que poseemos es un sueldo, y además tenemos un nivel de gastos e hipotecas que en tiempos de crisis como ahora se ve que no se mantiene. Se cumple aquí la máxima de García Oliver: -El obrero si piensa como un burgués vivirá como un esclavo-.
He indicar claramente, que si ahora disfrutamos de una serie de garantías: sociales, laborales, sanitarias, educativas o de mejores infraestructuras en los barrios, todos esos avances se han conseguido gracias a la gente que luchó en los tajos, en los barrios y en la calle, pues las clases dirigentes no regalan nada, y a causa de la desmovilización que tenemos lamentablemente las estamos perdiendo paulatinamente.

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