Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

miércoles, octubre 28

Francis Bacon y su pintura



Francis Bacon (* Dublín, Irlanda, 28 de octubre de 1909 –† Madrid, España, 28 de abril de 1992) fue un pintor anglo-irlandés, de estilo muy personal que puede definirse como figuración expresionista.
Francis Bacon realizó algunas de las pinturas más desgarradoras del arte contemporáneo (que Margaret Thatcher despreció como «asquerosos trozos de carne»), pero su carácter era tan atípico como poco dado a llamar la atención. En 1964 conoció a George Dyer, su amante por muchos años, de la manera más chocante: le sorprendió robando en su taller y (según relató el mismo artista) terminaron la noche acostándose juntos. Su relación fue más bien tormentosa, si bien inspiró múltiples obras al artista, y Dyer terminó suicidándose con barbitúricos en 1971. Tres años después Bacon inició su relación más estable, con el joven John Edwards, quien heredaría sus bienes (valorados en 11 millones de libras).
Al contrario que Andy Warhol, el otro gran artista homosexual de su época, Bacon llevaba una vida más bien solitaria y poco dada a escándalos. Vivió etapas de gran actividad sexual y tenía gustos e intereses inusuales, pero vestía de forma austera y seguía una rutina diaria más propia de un trabajador. Después de pintar, acudía a pubs a beber cerveza.
Curioso y desordenado, Bacon acumulaba en su taller innumerables recortes de prensa y fotografías de obras de arte antiguas, especialmente de Velázquez. También le interesaban las viejas películas de atletas saltando y corriendo, así como de aves y demás animales, pues le fascinaba el movimiento de los seres vivos. El taller de Bacon estaba tan desordenado, que el artista pisaba sus propias obras. Solía desechar bastantes si no estaba satisfecho con ellas; en cierta ocasión entregó varias a un electricista que había acudido a reparar algo. Décadas después, estas piezas fueron subastadas y alcanzaron altas cifras [1].
El taller de Bacon fue donado por su heredero John Edwards al museo Hugh Lane Municipal Gallery de Dublín. Fue desmontado y trasladado como una obra de arte en sí misma a dicho museo.
Bacon visitaba el Museo del Prado con relativa frecuencia; a veces en privado, cuando el museo estaba cerrado. Del 3 de febrero al 19 de abril de 2009 el Prado acogió una exposición antológica de Bacon, co-organizada con los museos Tate Modern de Londres y Metropolitan de Nueva York.
Los cuadros de Bacon tienen influencia de Munch en los trazos y de las tonalidades de Van Gogh; también se percibe la influencia de Goya ya que plasmó la angustia en sus cuadros. En sus cuadros trabajó la representación de la figura masculina o femenina, que por lo general aparece de forma desfigurada e incluso de forma aterradora, en espacios cerrados y oscuros.
Los retratos y autorretratos son una gran parte de las pinturas; destaca entre ellos George Dyer en un espejo (Portrait of George Dyer In a Mirror, 1968), del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, en donde refleja la fragilidad del ser. Refleja la época que vivió, la Segunda Guerra Mundial.
En otros cuadros como Cabeza rodeada de carne de vaca (Head Surrounded by Sides of Beef, 1954), del Instituto de Arte de Chicago, y en la serie Perros que gruñen (Dogs), Bacon refleja el belicismo, la capacidad del ser humano por ser violento y la inclinación de la naturaleza humana por la violencia.
A lo largo de toda su carrera Bacon recurrió al informalismo, al expresionismo y al surrealismo, pero sus cuadros pertenecen al racionalismo. Sin embargo, para algunos autores la obra de Francis Bacon no pertenece a tal corriente. Se trata de una pintura de corte expresionista pero muy difícil de clasificar, porque nunca perteneció a ningún movimiento artístico. Simplemente prosiguió lo que él consideró (en las entrevistas que le hizo David Sylvester a lo largo de los años sesenta) una línea pictórica postpicasiana, siguiendo la vía abierta que Picasso dejó con la figuración y la representación obsesiva del cuerpo humano. Según el filósofo francés Gilles Deleuze, autor de uno de los ensayos que mejor analizan la obra del pintor (Francis Bacon: Logique de la sensation), la figuras de Bacon son las que mejor representan al hombre del siglo XX: si Cézanne lo hizo con el paisaje, Giacometti y Bacon llevaron al hombre a su mejor representación artística, en relación al hombre angustiado por la vida, pero entusiasmado por el arte.
Además del Museo Thyssen, otros museos españoles que cuentan con obra de Bacon son el Museo Reina Sofía de Madrid (Desnudo tumbado) y el Museo de Bellas Artes de Bilbao (Figura recostada ante un espejo).

1 comentario:

  1. cómo mola Bacon, moli. gran acieto... quiero leerme una biografía de él cuando pueda. saturación de lecturas, je, je. me alegro de que te esté gustando el cuento y aparte. ese!

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